domingo, 25 de febrero de 2018

La Historia detrás de mis Libros | Ensayo sobre la Ceguera - José Saramago

Siempre he pensado que cada libro que adquirimos, de alguna manera, tiene un trasfondo, una historia de cómo, cuándo y/o por qué decidimos hacernos de ellos y sumergirnos entre sus páginas, los míos no son una excepción, y en esta entrada que titulo ¨La Historia detrás de mis Libros¨, a manera de historias cortas, se los compartiré. La historia de hoy:


Era una tarde agradable cuando salió de casa, muy buena suerte tomando en cuenta que los últimos días habían sido lluviosos, nada raro en esa época del año; se dirigió hacia la esquina donde tomaba el camión, esperó durante unos minutos y lo abordó, su destino era el centro de la ciudad.

¨ ¿Cual compraré esta vez? ¨, se preguntó mientras se acomodaba en su asiento, era su forma natural de comprar libros, sin planearlo, llegar a la librería, revisar la sección de clásicos, donde regularmente terminaba comprando alguno, examinar la lista de los más vendidos del mes, la mayoría ya los había comprado antes y explorar las novedades, siempre valía la pena checar los nuevos lanzamientos y conocer nuevos autores.

El resto del camino pasó sin contratiempos, el autobús se acercaba a la calle donde debía bajarse, se levantó de su asiento, presionó el timbre y momentos después se encontraba en la acera caminando las últimas cuadras que lo separaban de la librería.

-        - Buenas tardes, buscaba algún título en especial – dijo la chica en el mostrador apenas lo vio entrar
-       - No, aún no tengo en mente alguno en particular, daré una vuelta y veré cual me llama la atención – dijo a modo de respuesta
-         - Excelente, pase por favor

Dejó su mochila en paquetería y se dispuso a buscar entre los estantes, pasó unos minutos antes de que alguno siquiera llegara a interesarlo, habían pasado ya algunos años desde que se convirtió en ávido lector; ¨casi profesional¨, pensaba él; y su criterio era bastante exigente.

Al buscar en la sección de internacionales, el nombre del autor impreso en la portada de un libro le hizo detenerse; ¨he visto ese nombre en algún lugar, ah ya recuerdo, ha venido a la FIL varias veces, su última conferencia fue muy entretenida¨.

Y con sus primeras impresiones se quedaba corto, después de unos instantes recordaba que su maestro de literatura lo había mencionado alguna vez en clase; ¨ ¿Qué fue lo que mencionó el profe? Ah sí, José Saramago, premio nobel de literatura, o algo por el estilo¨; tenía ya en sus manos el libro y poco a poco comenzaba a convencerse que esa era la compra del día, ¨un momento¨.

-     - Amiga – dijo, dirigiéndose a una empleada de la tienda – ¿tienen más títulos de José Saramago?
-          - Si, permítame mostrarle

Se acercaron a un monitor de búsquedas, la chica tecleó el nombre y una extensa lista apareció ante sus ojos, ¨oh, son varios títulos¨ pensó, preguntándose porque no había nunca llevado un libro de un autor tan prolífico.

-          - Gracias por la ayuda – mencionó a la chica.
-       - Para servirle, todos los títulos están en existencia, puede llevarse el que guste, o todos, por qué no – contestó la trabajadora de la librería con una sonrisa.

¨Ojalá pudiera¨, sus fondos no eran lo suficientemente abultados como para hacer tal cosa, sacó su celular y comenzó a explorar un poco en internet, sólo tenía dinero para un libro y ahora no tenía idea de cual llevar a casa primero, consultó algunas páginas web y consensó la información que encontró; ¨en la mayoría de los blogs dicen que Ensayo sobre la Ceguera es de sus mejores libros¨, guardó su celular.

Volteó a su alrededor y observó como todos los empleados se encontraban ocupados; ¨ no creo que sea difícil de encontrar¨; se dijo mientas regresaba a la sección internacional donde había visto el libro de Saramago y no muy lejos lo vio, su portada amarilla con las siluetas grises de personas sujetas de la mano y del hombro; ¨sin duda ciegos¨, pensó mientras sopesaba el libro; ¨bueno, no se diga más¨.

Salió del establecimiento sintiéndose satisfecho; ¨ ¿qué me diría el viejo profesor si le confieso que hasta ahora no había leído nada de Saramago?, seguro me reprueba¨, pensó sin poder reprimir una sonrisa. Caminaba hacia donde tomaría el camión de regreso, volvió la mirada hacia la bolsa que contenía su libro; ¨seguro lo disfrutaré¨, no se equivocó.



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